Instrumentos de Medición Industrial: el verdadero costo está en la calibración

Instrumentos de Medición Industrial: el verdadero costo está en la calibración

Procure Latam Por Procure Latam

25 de Agosto, 2025

Los instrumentos de medición industrial —termómetros, manómetros, testers eléctricos, medidores de pH, oxígeno disuelto y cloro— son los ojos de cualquier planta o faena. Sin ellos, la operación queda a ciegas. La categoría es diversa y se organiza en cuatro subgrupos: temperatura, presión, químico-hidrológico y eléctrico-digital. Su uso se extiende desde minería y alimentos hasta agua potable y hospitales. Esta amplitud explica por qué aparecen recurrentemente en licitaciones en toda LATAM.

En 2024 la categoría cerró con una corrección de –3.5%. En 2025, los precios marcaron un máximo histórico en marzo (128.3), retrocedieron levemente en los meses siguientes, pero mantienen un alza de 2.4% a la fecha. A diferencia de los Sensores Industriales, donde los semiconductores definen la tendencia, aquí el peso recae en insumos como acero inoxidable, plásticos técnicos y cobre. Los últimos tres meses muestran una baja ligera, lo que da un respiro pero no cambia la tendencia general al alza.

El verdadero costo está en la calibración

Más allá del precio de compra, el desafío real aparece cuando sumamos lo que significa mantener el instrumento operativo en el tiempo. Aquí entra en juego el costo total de propiedad (TCO): no solo lo que se paga al inicio, sino también calibraciones periódicas, consumibles como electrodos, membranas y reactivos, piezas menores como puntas de prueba y el tiempo que el equipo queda fuera de servicio.

  • Un medidor de pH, por ejemplo, puede duplicar su costo inicial en 24 meses solo por calibraciones y electrodos de reemplazo.
  • Lo mismo ocurre con sensores de oxígeno disuelto que requieren membranas nuevas y soluciones de electrolito, o con multímetros que demandan calibraciones eléctricas y cambios de fusibles para mantener la seguridad.
  • El riesgo de no calibrar es alto: puede implicar fallas en auditorías como ISO (Organización Internacional de Normalización) o HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) en alimentos, además de paradas de planta por mediciones fuera de norma.
  • También genera costos indirectos menos evidentes: reprocesos de lotes, mayor consumo de insumos químicos por lecturas imprecisas, o incluso multas ambientales si se entregan datos incorrectos a la autoridad.
    En resumen: el precio de lista es solo la primera factura. El verdadero costo se juega en la calibración, el mantenimiento y el cumplimiento de estándares. Mantener un plan de calibración riguroso es lo que asegura continuidad operativa y evita costos ocultos mucho mayores.

Dónde se compra y quién calibra

China concentra el volumen de equipos, mientras que Alemania, EE.UU. y Japón dominan el segmento premium. En Latam, el valor agregado lo entregan los laboratorios de calibración acreditados ISO 17025, presentes en Chile, Perú, Colombia y México. Estos actores no solo permiten cumplir auditorías y mantener trazabilidad, sino que también ofrecen servicios diferenciados: algunos calibran in situ en las plantas para reducir tiempos muertos, otros ofrecen contratos multianuales con reportes digitales y gestión de todo el parque de instrumentos. Los modelos de contrato van desde calibración tercerizada con SLA claros hasta laboratorios internos en industrias grandes. Para los equipos de compra, elegir bien al socio de calibración es tan importante como negociar el precio del instrumento, porque de esa decisión dependen la continuidad operativa y el cumplimiento normativo.

 Riesgos y tendencias

  • Mayor presión regulatoria: cada vez más sectores exigen trazabilidad de mediciones. En agua potable y alimentos, por ejemplo, la norma obliga a usar instrumentos calibrados y certificados, y la tendencia es que otros rubros (energía, minería) avancen en la misma dirección.
  • La falsificación en testers eléctricos y multímetros es un riesgo real, con copias que no cumplen normas de seguridad y pueden generar fallas graves.
  • Los instrumentos IoT y digitales comienzan a desplazar parte de los equipos manuales, abriendo oportunidades de eficiencia pero también nuevas necesidades de capacitación y soporte.
  • La alta demanda de calibración puede generar saturación en laboratorios, alargando plazos y elevando costos. Esto obliga a planificar con más anticipación los calendarios de calibración para no quedar expuestos.

Recomendaciones para equipos de compra

  • Asegurar contratos de calibración anuales con SLA claros, de modo que exista un plan calendarizado que garantice continuidad y evite costos por atrasos.
  • Mantener stock mínimo de consumibles críticos. Es decir, aquellos insumos que se reemplazan con frecuencia y son vitales para que el instrumento siga funcionando correctamente (por ejemplo, electrodos de pH o membranas de oxígeno disuelto).
  • Trabajar solo con distribuidores autorizados para evitar falsificaciones, ya que equipos falsos o de mercado gris no cumplen normas de seguridad ni aseguran lecturas confiables.
  • Medir y reportar el KPI de % del parque calibrado al día, un indicador simple que permite anticipar riesgos de auditoría y planificar mejor el presupuesto de mantenimiento.
  • Avanzar en la estandarización de piezas y conectores. Esto simplifica inventarios, facilita el entrenamiento de los técnicos y reduce costos ocultos por incompatibilidades o compras urgentes de repuestos específicos.

Dato para el coffee break

El manómetro Bourdon, inventado en 1849, sigue siendo la base de millones de instrumentos de presión en el mundo. Su principio es tan simple y confiable que, bien calibrado, compite en precisión con soluciones digitales modernas. Un ejemplo de cómo la ingeniería del siglo XIX aún sostiene procesos industriales en 2025.

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