Estados Unidos extiende la pausa arancelaria a China por 90 días más

Las conversaciones continúan. Diversos medios de todo el mundo han reportado que Donald Trump extendió la tregua comercial con China por 90 días más. La decisión se tomó a través de una orden ejecutiva firmada horas antes de que la pausa anterior expirase. Este movimiento evita un aumento inmediato en los aranceles —que podrían haber escalado a niveles de hasta 145%—, y previene una escalada de tensiones que habría impactado al comercio mundial. La extensión, que ahora se prolongará hasta mediados de noviembre, genera un espacio para que Washington y Beijing continúen sus conversaciones. Algo especialmente relevante para los minoristas que se preparan para la temporada de compras de fin de año.

Este período de negociación adicional es un paso crítico para que ambos gobiernos lleguen a un acuerdo más duradero. La extensión ha sido bien recibida en los mercados globales, con un repunte en las bolsas de valores ante la expectativa de que se evite una disrupción en los flujos comerciales internacionales. Expertos como Sean Stein, presidente del U.S.-China Business Council, han calificado la extensión como “crítica” para que las empresas puedan planificar a mediano y largo plazo.

La orden ejecutiva de Trump reitera la visión de Washington de que el déficit comercial anual con China representa una “amenaza inusual y extraordinaria”. Sin embargo, también reconoce que Beijing ha dado pasos significativos para abordar algunas de las preocupaciones estadounidenses. Esta pausa, la segunda de su tipo, es un reflejo de la complejidad de la cadena de abastecimiento global y de la interconexión entre las economías más grandes del mundo. 

Mientras continúan las conversaciones, la comunidad del Procurement y de la cadena de suministro permanece atenta a los avances que puedan generar estabilidad en el comercio internacional.