19 de Junio, 2025
El sector del transporte marítimo sigue sobre aguas turbias, y no precisamente por los aranceles. Ahora mismo, hay urgencias operativas, financieras y de seguridad que es necesario atender. Así lo asegura el informe “Safety and Shipping Review 2025”, de la aseguradora Allianz Commercial. De acuerdo al documento, los costos de las reclamaciones marítimas han aumentado por factores como el precio del acero, valor de buques y otros bienes, y el envejecimiento de la flota. Una de las preocupaciones más grandes en el sector es escandalosa y silenciosa al mismo tiempo: los incendios de buques han marcado la pauta de las pérdidas, con 250 incidentes en 2024, la cifra más alta en la última década. Según Allianz, el 30% de los siniestros involucró a portacontenedores y buques roro —aquellos diseñados para llevar carga rodada, que se transporta a través de rampas—. La carga mal declarada se alza como la principal causa de incendios, y sigue siendo una mala práctica que afecta a las cadenas de suministro.
También está comenzando a perderse la confianza en buques de gran tamaño. El colapso del puente Francis Scott Key, en Baltimore, causado por el portacontenedores Dali, en marzo de 2024, generó pérdidas estimadas en $2,000 millones de dólares para las aseguradoras. Entre 2021 y 2024, de hecho, más de 400 buques informaron fallas de propulsión en aguas estadounidenses, y una cuarta parte de ellos estaban cerca de infraestructuras sensibles.
La seguridad, por otro lado, también tiene en vilo a los transportistas. Los robos de carga y los fraudes —cada vez más sofisticados— están en auge. Norteamérica registró 3,625 incidentes en 2024, con un valor estimado de $455 millones de dólares robados. Un aumento del 27% con respecto a 2023. De la misma manera, se estima que en Europa, Medio Oriente y África se pierden cerca de $1.2 millones de dólares en bienes cada día. La aseguradora sugiere el uso de rastreadores GPS y una selección rigurosa de proveedores logísticos para las cadenas de abastecimiento.
En cuanto a Latinoamérica, el panorama no es muy distinto. Las organizaciones criminales han sofisticado sus métodos, destacando el uso de documentos falsos y la suplantación de identidad para acceder a bienes de alto valor. El primer semestre de 2024, Brasil lideró los robos reportados en Latinoamérica con un 59.64%, equivalente a 3,639 incidentes. La alta exposición a riesgos en los puertos latinoamericanos, incluyendo el robo de mercancías y contrabando, es una preocupación constante. Algunos expertos apuntan a la falta de un control de seguridad estatal robusto que proteja las cadenas de suministro. La baja capacidad de inspección, además, contribuye a que los contenedores se presenten como un medio ideal para el transporte ilegal.
La transición energética se presenta más como un reto que como una urgencia. El manejo de cargas especiales tiene inversiones previstas de más de $3 billones de dólares en energía, que requieren transporte de alta especificidad. Un incidente reciente, la explosión del 26 de abril en la terminal de contenedores de Bandar Abbas, en Irán, que dejó cerca de 70 muertos y más de 1,000 heridos, revela fallas en protocolos de seguridad para cargas peligrosas, generando interrupciones masivas en las cadenas de suministro.
Ahora, los desafíos apuntan hacia la gestión de riesgos, la inversión tecnológica y el cumplimiento riguroso de las normativas. Esto, con el fin de garantizar seguridad a las vidas, activos y materiales de la logística internacional.
Si quieres leer el informe Safety and Shipping Review 2025, de Allianz, puedes revisarlo aquí.