Un déficit de 80,000 operadores: cómo se comporta la crisis de carga en México

El sector del transporte de carga mexicano enfrenta vulnerabilidades críticas, caracterizadas por la fragmentación y el envejecimiento de sus flotas. De acuerdo a The Logistics World, la industria se encuentra atomizada, lo que impide a los pequeños transportistas implementar economías de escala y absorber el impacto del alza en combustibles y otros costos operativos. La falta de escala y la profesionalización en las pequeñas y medianas empresas amenazan la rentabilidad y han comprimido los márgenes en un entorno de alta volatilidad tarifaria.

La escasez de operadores constituye un cuello de botella laboral significativo. Esta deficiencia limita la capacidad de respuesta del sistema ante peaks de demanda, además de forzar a las empresas a trabajar con proveedores de baja madurez operativa. El déficit de operadores en México podría llegar a las 80,000 unidades, una cifra que incrementa constantemente la rotación de personal en áreas operativas.

La inflación general, aunque ha disminuido, sigue superando el ritmo de ajuste de las tarifas de flete. La competencia por activos ociosos intensifica la lucha por rutas, unidades y operadores, mientras los márgenes se erosionan. Además, la inseguridad en ruta es un desafío que afecta el nivel de servicio, lo que obliga a las empresas a asumir riesgos que incrementan las tarifas de transporte. Este escenario representa una oportunidad logística sin precedentes para México, pero su aprovechamiento depende de una rigurosa capacidad de ejecución para mitigar estos riesgos dinámicos.

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