La primera tormenta de la temporada de huracanes llegó. Es hora de que el abastecimiento se prepare

La temporada de huracanes ya está aquí. El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos anunció el martes 24 de junio la formación de la tormenta tropical Andrea, la primera con nombre en esta temporada de huracanes del Atlántico. Andrea se estaría formando a unos 3,200 kilómetros de Florida, y moviéndose entre los 24 y 32 kilómetros por hora hacia el noroeste. De acuerdo al medio especializado en Procurement Freight Waves, esta aparición coincide con las expectativas climáticas y no representaría una amenaza terrestre. De hecho, se espera que se disipe rápidamente. 

¿Qué esperar esta temporada? 

Si bien Andrea no es un ciclón amenazante, la administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronostica que la temporada de huracanes del Atlántico —que duraría hasta el 30 de noviembre— sería más activa de lo normal, con un 60% de probabilidades de actividad superior. Se pronostican entre 13 y 19 tormentas con nombre. De ellas, entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes; y entre 3 y 5 en huracanes mayores. Estos pronósticos influyen directamente en el abastecimiento de bienes en las regiones costeras, y se basan en las condiciones neutrales del ENSO —El Niño-Oscilación del Sur—, las temperaturas oceánicas y las cizalladuras del viento. 

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica —NOAA— recalca la importancia de la preparación para los siguientes meses y han estado mejorando sus modelos de pronóstico para ofrecer hasta 72 horas de previo aviso. Si bien este inicio parece asomarse como tranquilo, la parte más activa de la temporada será a finales del verano del hemisferio norte. 

Históricamente, las comunidades costeras son las más afectadas, lo que subraya la necesidad de mantenerse alerta y fortalecer sus estrategias de abastecimiento y gestión de riesgo antes de posibles interrupciones en sus cadenas. 

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