Por Equipo Procure Latam
19 de Junio de 2025
Mucho se ha dicho sobre los aranceles y las fluctuaciones políticas que han generado. Sin embargo, se presume que el mayor obstáculo no ha sido el de los pagos, sino el de la planificación de inventarios, el movimiento de mercancías y la nueva configuración de las cadenas de suministro globales. Para Ashley Craig, socia de Venable LPP, y experta en cumplimiento normativo de cadenas de suministro, hay una gran incógnita ahora mismo. De acuerdo al medio especializado en abastecimiento Supply Chain Brain, la necesidad de las compañías de responder a las urgencias o esperar aplazamientos, ha hecho que el 40% de las empresas medianas pospongan, cancelen o reestructuren sus estrategias de mercado, y que un 25% modifique el diseño o precio de productos.
Ashley Craig ve venir un “verano de descontento” por la falta de consistencia en el enfoque comercial y la administración. Esto ha paralizado algunas decisiones críticas sobre la fabricación de productos, y ha generado un clima de incertidumbre. Ahora, muchas cadenas de abastecimiento se ven obligadas a hacer cambios drásticos en poco tiempo, por miedo a reubicarse y quedar sujetas a nuevos aranceles.
Pero eso no es todo: la falta de una visión clara no permite impulsar estrategias comerciales a largo plazo. Los mercados globales han reaccionado negativamente ante esta incertidumbre, con la OCDE y el FMI bajando sus pronósticos de crecimiento global al 2.9%. En cuanto a los consumidores, la confianza de quienes compran en Estados Unidos cayó a su segundo nivel más bajo en mayo, y casi tres cuartas partes de los servicios han trasladado los costos arancelarios a los clientes.
Al final del día, no es tanto el costo de los aranceles, sino la incertidumbre lo que daña las cadenas de suministro globales; y mientras el horizonte siga en la bruma, no habrá una mitigación de estos efectos.
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