El calzado de seguridad industrial es un equipo de protección personal —EPP— clave. Aunque no siempre aparece en discusiones estratégicas, un retraso en su entrega o una falla de certificación puede detener una faena. De acuerdo a los Índices de mercado de Wherex, zapatos estándar, botines, dieléctricos o con puntera reforzada son parte diaria en minería, construcción, energía y manufactura. Sus precios reflejan insumos, fletes, demanda y competencia entre OEM y marcas. Tras la baja de 2023–24, en 2025 retomaron fuerza con un peak histórico en julio y un alza acumulada superior al 8%.
El 2025 ha sido un punto de inflexión para esta categoría. Tras dos años de caídas moderadas (–3% en 2023 y –3.3% en 2024), los precios volvieron a crecer con fuerza. A julio, el valor alcanzó su nivel más alto desde 2018. La variación acumulada respecto a diciembre de 2024 es de +8.1%, impulsada por la presión de insumos clave y la reactivación de los sectores que más consumen este calzado. El contraste con el período 2023–24 es evidente: antes, la sobreoferta de importaciones OEM y los precios estables de los fletes mantenían los precios a la baja. Hoy, con un mercado más sensible, los precios apuntan hacia arriba.
La estructura de costos del calzado de seguridad está directamente vinculada a materias primas clave. Cada par combina componentes que van desde caucho natural y cuero hasta acero y compuestos petroquímicos. Su volatilidad marca la diferencia: cuando alguno de estos insumos se encarece, el precio final del calzado se ajusta casi de inmediato. En otras palabras, entender cómo se mueven estas materias primas es esencial para anticipar el comportamiento de la categoría.
En conjunto, estos insumos explicanbuena parte del rebote reciente de precios del índice. Para un profesional de compras, monitorear su evolución es una alerta temprana que permite anticipar presupuestos, negociar cláusulas de indexación y decidir cuándo conviene asegurar stock estratégico.
El mapa de abastecimiento está marcado por una dualidad: por un lado, Asia (especialmente China y Vietnam) domina las exportaciones a la región, inundando mercados con producto OEM a bajo costo —ofrecen productos con certificaciones básicas hasta un 30% más baratos—, presionando a marcas locales o multinacionales. En 2024, Brasil recibió más de 700mil pares chinos en un solo mes, un 261% más que el año anterior. Si bien el país sudamericano mantiene una industria local robusta, el precio del calzado importado suele ser entre un 20% y un 40% más barato, haciendo que dos segmentos convivan. Por otro lado, México, que mantiene una industria que también goza de buena salud, abastece sus mercados y compite con marcas internacionales.
Tras la crisis logística de 2020–21, los inventarios volvieron a niveles saludables en 2023 y los lead times desde Asia rondan hoy los 30–45 días. La demanda, mientras tanto, no se detiene. Minería, construcción y energía siguen siendo los grandes motores, con un empuje adicional del nearshoring manufacturero en México. En paralelo, muchas empresas han optado por el “trading down”, sustituyendo modelos premium por opciones OEM más baratas, extendiendo ciclos de reposición o incluso reencauchando suelas. En cuanto a la operación interna de las marcas, varias de ellas han lanzado líneas de entrada más accesibles o han trasladado su producción a países con menores costos. En este contexto, las cláusulas de indexación se volvieron comunes: muchos contratos permiten ajustar precios automáticamente si insumos o fletes suben más del 5%.
Para los compradores más sofisticados, la discusión se centra en el costo total de la propiedad: durabilidad, ergonomía, cumplimiento normativo y servicio postventa pesan tanto como el valor de la licitación inicial.
El marco regulatorio es un driver silencioso pero determinante. En países como Chile y Perú, las fiscalizaciones de las autoridades laborales y de seguridad en Chile y Perú obligan a usar calzado con certificaciones específicas (ASTM o EN ISO). México y Colombia, en paralelo, han fortalecido sus normas técnicas locales, alineándolas con estándares internacionales. Además, iniciativas de compras públicas en sectores mineros y energéticos exigen sellos de calidad que limitan la entrada de productos de bajo costo sin respaldo. Para los compradores, esto significa que ahorrar en precio puede implicar un riesgo de incumplimiento legal o de paralización en faenas. En 2025, nuevas discusiones sobre aranceles al calzado asiático en Brasil y México podrían alterar aún más el escenario competitivo. En resumen, la regulación puede redefinir quién juega y quién queda fuera.
Más allá de precios y regulación, hay señales que anticipan cambios en lo que compran las empresas. La primera es la innovación en diseño: botas más ligeras, con punteras de fibra de carbono y suelas antideslizantes mejoradas, ganan espacio en sectores donde la comodidad influye en la productividad. La segunda es la sostenibilidad: grandes faenas en Chile, México y Perú ya evalúan proveedores que ofrecen cuero vegetal o caucho reciclado, vinculando sus compras con metas ESG. Finalmente, crece el interés en modelos híbridos que combinan protección dieléctrica con resistencia química, respondiendo a entornos industriales cada vez más exigentes. Para los líderes de compras, estas tendencias significan que no basta comparar precio; hay que anticipar cuál tecnología o estándar marcará la próxima licitación.
El año 2025 confirma que esta categoría es altamente sensible a materias primas, logística, regulación y tendencias tecnológicas. Para compras estratégicas, esto se traduce en acciones concretas:
Solo con este enfoque integral los líderes de compras podrán mitigar la volatilidad y convertir un EPP básico en una ventaja estratégica para la continuidad de operaciones.
La norma ASTM F2413 exige que cada bota de seguridad resista un impacto de 200 joules en la puntera. Eso equivale a dejar caer un bloque de 20 kilos desde un metro de altura. En otras palabras, cada zapato está diseñado para soportar la fuerza de un yunque en miniatura sobre los pies del trabajador. Una cifra que ilustra la verdadera responsabilidad detrás de una compra aparentemente simple.
12 de Septiembre, 2025