¿No más aranceles? La guerra comercial entre EE. UU. y China gira hacia la restricción de materiales

¿No más aranceles? La guerra comercial entre EE. UU. y China gira hacia la restricción de materiales

Equipo Procure Latam Por Equipo Procure Latam

09 de Junio, 2025

Estados Unidos y China se soban las manos con nerviosismo en la antesala de sus próximas negociaciones. Ahora, según el Wall Street Journal, la prioridad serán los controles de exportación, marcando un giro en la dirección de la guerra comercial. Ahora, al parecer, los aranceles no serán los protagonistas, sino la restricción sobre materiales y productos críticos para cada país

En búsqueda de tierras raras

La administración de Trump, representada por sus negociadores en Londres, presiona a China para que acelere las exportaciones de tierras raras e imanes, tal y como se había acordado previamente en Ginebra. Las tierras raras, recordemos, son un conjunto de 17 elementos químicos, difíciles de encontrar en estado puro, y que son cruciales para el desarrollo de muchas tecnologías actuales, como automóviles, chips o aviones de combate. En caso de que este flujo se restrinja, implicaría una interrupción directa en las cadenas de suministro globales. China, por su parte, presenta sus propias exigencias: el equipo que representa a Xi Jinping busca eliminar las restricciones estadounidenses a la venta de motores a reacción, tecnología y otros productos a China. Esta restricción ha estado impactando directamente la capacidad china para desarrollar sus propias industrias, como la aviación comercial. 

Sin confianza se corta la cadena

A pesar de estar intentando llegar a negociaciones que beneficien a ambos países, Estados Unidos no ha dejado de implementar sus medidas preventivas. La Oficina de Industria y Seguridad del Departamento de Comercio de EE. UU. ha suspendido o revocado licencias de venta a China de productos como motores a reacción y piezas relacionadas, software para producción de chips, y etano, un componente crucial para la fabricación de plásticos. 

Estas medidas, no anunciadas públicamente, se han convertido en un desafío directo para las cadenas de suministro y Procurement de empresas chinas que dependen de esos insumos. A los representantes de la administración Trump, sin embargo, los trae sin cuidado. Para ellos es clave mantener a sus industrias en la agenda de la seguridad nacional. Para Howard Lutnick, el Secretario de Comercio de EE. UU., esta aplicación estricta de los controles ayuda a evitar que China acceda a tecnología estadounidense que podría impulsar su desarrollo en inteligencia artificial y aviación. Así, la competencia de mercado se traduce en restricciones comerciales, que afectan directamente las cadenas de suministro de productos tecnológicos. 

Ansiedad vs paciencia

Ahora, las negociaciones apuntan directamente a la resolución de las tensiones sobre los controles de exportación, lo que tiene implicancias en la estabilidad y el flujo de las cadenas de suministro y abastecimiento global, especialmente con respecto a materias como las tierras raras, que cada día se vuelven más críticas para el desarrollo de tecnologías avanzadas. 

A pesar de las tensiones en el proceso, Trump se ha mostrado optimista. Después de que su administración acusara a China de violar el acuerdo firmado en Ginebra, el presidente de los Estados Unidos aseguró que sus conversaciones con Pekín estaban muy avanzadas. China, por su parte, propuso avanzar con acuerdos de buena fe. Ahora, el Ministerio de Comercio de China aprobó una serie de licencias de exportación para productos relacionados a tierras raras, con miras a la creciente demanda global en industrias como la robótica y los vehículos. 

Nuevos acuerdos, nuevos problemas

Si bien se sigue presumiendo que China lleva la delantera en la toma de decisiones estratégicas de esta guerra arancelaria, el gigante asiático sigue viviendo presiones a la baja sobre sus precios. Los valores de fábrica (Índice de Precios al Productor) cayeron en un 3.3% interanual, el más rápido en más de un año. De acuerdo al Wall Street Journal, Pekín sí esperaba una caída, pero estaba pronosticada para ser de un 3.2%. A esto se le suma el Índice de Precios al Consumidor, que lleva cuatro meses consecutivos en descenso, dejando ver una evidente deflación en el consumo. 

A pesar de que tanto la administración china como la estadounidense esperan que estos acuerdos lleven a ambos países a obtener beneficios conjuntos, se prevé que las exportaciones chinas se desplomen a finales de 2025

Si quieres leer las notas originales de Wall Street Journal, puedes revisar aquí y aquí.

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