Vehículos pesados y los aranceles: el mundo se volvió a salir de su eje

Vehículos pesados y los aranceles: el mundo se volvió a salir de su eje

Laura Cantú Por Laura Cantú

15 de Mayo de 2025

El mundo se volvió a salir de su eje. Eso es lo que se está sintiendo en la industria de vehículos pesados

Desde hace años la industria en general y en específico la de vehículos pesados empezó a implementar estrategias de compra según se abrían los mercados. Esto volvió muy competitivas a las industrias extranjeras como la china, vietnamita o la india, entre otras. Estas industrias, si bien tenían un alto costo en el flete, el precio del producto lo ponía muy por debajo de los proveedores locales o de proveedores de Estados Unidos.

Durante años el objetivo siempre fue buscar el mejor precio, y China nos acostumbró a sorprendernos en ese sentido. Además, siempre había disponibilidad por lo que era impensable que en las cotizaciones no se considerara la opción de China .

Pero este año todo cambió. 

La industria de vehículos pesados es diferente a la automotriz, ya que esta última puede llenar patios de sus agencias y se van vendiendo conforme a demanda.

En la industria de vehículos pesados todo es fabricado “custom made”: todo lo que entra a la línea de ensamble ya trae nombre y precio de venta. No se adelanta. 

Ya el primer día del anuncio de cambio en tarifas rompió el esquema total, y lo más frustrante es que el cambio no es definitivo: está sobre la mesa para ser negociado.  Ante esa incertidumbre surgen las preguntas desde el primer momento.

¿Cómo se calcula la tarifa si compro en China, lo traigo a Canadá para acabado y  pasa por USA a pintado? ¿Quién va a cubrir el extra de la tarifa? ¿Empezamos a recalcular el impacto? ¿Hay que checar inventarios para ver hasta cuando cubrimos para analizar el impacto? ¿Cuándo hacemos juntas con los brokers? ¿Quién manda la primera junta con el cliente?

Apenas organizando la agenda y poniendo respuesta a estas preguntas y el segundo día el panorama es diferente: cambio de números y reglas, posibles excepciones, otras subidas. Tercer día otro panorama y así sucesivamente.

En tan poco tiempo ya tenemos una primera conclusión: la incertidumbre vence a cualquier industria y a cualquier presupuesto.

Los proveedores no aguantan más la espera de los “90 días” para la definición de tarifas, y empiezan a enviar los aumentos. Con la nota en “subrayado y en negritas”, que el aumento puede variar según se estén moviendo los aranceles.

Por lo pronto, después de estos meses el impacto no puede ser menor

Los clientes bajan sus órdenes por falta de ventas: hemos visto una reducción del 30%. Mientras tanto, los proveedores suben precios de manera constante los primeros días: hemos visto impactos desde un 10% hasta 300% del precio pactado.

Pero uno no se puede quedar de brazos cruzados: así que se empieza a negociar con los proveedores que proponen tarifas altas, se buscan nuevas opciones de envío de mercancía, se evalúan almacenes de distribución en México en lugar de USA. Y así sucesivamente.

Los días siguen pasando sin quedar en nada concreto con los aranceles, mientras se pone otra variable más sobre la mesa: se va a empezar a renegociar el TEMEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).

Esto causa más inestabilidad por no poder ni siquiera hacer alguna proyección certera; y empieza lo más temido para cualquier industria: comienzan a llegar notificaciones de proveedores que cerrarán sus puertas, pidiendo que por favor pases por tus moldes, recojas inventario y busques otra opción.