30 de Mayo, 2025
Desastres naturales, ataques cibernéticos y ataques de ransomware. Las cadenas de suministro suelen estar en el fuego cruzado de la contingencia. Sin embargo, las organizaciones y las políticas de adaptación no se caracterizan por quedarse de brazos cruzados.
Hoy en día, las cadenas de suministro aprenden del pasado, de las interrupciones y de cómo anticiparse y enfrentarse a los eventos. El resultado son impactos reales y urgentes, que se convierten lentamente en métodos para probar la resiliencia de las organizaciones.
De acuerdo al recientemente publicado Informe Global de Riesgos de la Cadena de Suministro 2025 de WTW, la cadena de seguros británica-estadounidense, las empresas se están replanteando la gestión de riesgos después de un siglo —hasta ahora— agitado. Más de 1,000 líderes de Procurement y gestión de riesgos fueron entrevistados, y si bien las opiniones tienden a inclinar la balanza hacia los grandes desafíos, como la inestabilidad geopolítica, las ciberamenazas y el aumento de los costos, los profesionales también destacan la importancia de comprender las interrupciones para generar soluciones.
El medio especializado en Procurement Supply Chain 247, destacó 13 de los eventos más impactantes para las cadenas de suministro en lo que va del siglo XXI. Estos no son presentados simplemente como eventos aislados que retrasaron envíos o dispararon los costos, sino como momentos decisivos, que reconfiguraron las estrategias logísticas, cambiaron los patrones de abastecimiento y dejaron en evidencia la fragilidad del comercio global interconectado.
Aquí, te presentamos esos eventos.
2001: atentados del 11 de septiembre
Después del ataque al World Trade Center, el mundo cayó en la cuenta de que necesitaba adaptar sus políticas a los peligros actuales. Esto generó un aumento considerable de los protocolos de seguridad internacionales, retrasó envíos y marcó el principio de una nueva era en la seguridad del comercio global.
2004: tsunami del Océano Índico
Es difícil imaginarse una cadena de suministro con los puertos completamente destruidos. El tsunami del Océano Índico devastó la infraestructura de los principales puntos en la cadena de abastecimiento del sudeste asiático, e interrumpió el transporte, el acceso a los puertos y la manufactura local.
2005: huracán Katrina
El huracán Katrina causó daños severos en el Puerto Sur de Louisiana, uno de los que llevan mayor volumen de carga en los Estados Unidos, y que goza de conexiones estratégicas para la distribución de mercancías. Esto provocó la interrupción de los flujos de commodities y generó una desaceleración significativa para todo el estado de Louisiana.
2008: crisis financiera global
Todo comenzó con las instituciones financieras. El año 2008, las hipotecas subprime generaron un colapso que afectó a prácticamente todo el mundo. En la urgencia por atender la crisis, hubo una fuerte caída en el financiamiento del comercio, y las cadenas de suministro se vieron fuertemente afectadas. Esto levantó otra alerta: los modelos de inventario ajustado eran vulnerables, y era necesario atenderlos.
2011: terremoto y tsunami de Tohoku
Es sabido que los desastres naturales generan retrasos en las cadenas de suministro, sin embargo, no solemos reparar en su verdadero impacto económico. En el caso del terremoto y el tsunami de Tohoku, las pérdidas se cuantificaron en 211 mil millones de dólares. La paralización de la industria automotriz y los componentes tecnológicos japoneses sufrieron retrasos a nivel mundial y retrasaron las redes de suministro y producción globales.
2015: explosión en el puerto de Tianjin
El puerto de Tianjin es el décimo más grande del mundo. Una explosión química mató a más de 100 personas y provocó pérdidas por más de 6 mil millones de dólares. Los retrasos en el movimiento de mercancías se mantuvieron por meses.
2017: ciberataque NotPeya
Maersk, el conglomerado de negocios internacionales especializado en transporte y energía, se vio paralizado por el ataque de ransomware. Otras empresas que jugaban importantes roles en cadenas de suministro también fueron víctimas de estos ataques. Esto levantó una de las primeras grandes alertas en la vulneración de datos y su impacto directo en la cadena de abastecimiento.
2018–2019: guerra comercial entre EE. UU. y China
La primera gran tanda de aranceles de parte de Estados Unidos, como medida punitiva contra China, generaron retraso, problemas y alza de costos en las cadenas de abastecimiento. Muchas empresas se vieron obligadas a reconsiderar sus estrategias y la participación de China en su suministro.
2020: pandemia de Covid-19
La pandemia, recordemos, comenzó en China. Los cierres urgentes e imprevistos de las fábricas congelaron la producción de golpe, y los planes de distribución a nivel global se vieron retrasados y desorganizados.
2021: el Ever Given bloquea el Canal de Suez
Las áreas de Procurement jamás se imaginaron que un solo barco generaría un retraso de mercancías avaluadas en más de 9 mil millones de dólares. El Ever Green, un buque portacontenedores, encalló por los fuertes vientos y una tormenta de arena, y terminó atascando el Canal de Suez por seis días. El incidente mostró cuán frágiles pueden ser las rutas estratégicas de abastecimiento.
2021–2022: escasez global de semiconductores
Guerras comerciales, interrupciones en la producción y un mal cálculo de la demanda. Parecía que todos los factores que pueden impactar en una cadena de suministro se habían reunido en un solo caso. Esa mala estimación llevó a una crisis de producción que afectó, principalmente, a la industria automotriz. ¿La consecuencia? La producción se retrasó en más de 9.5 millones de vehículos durante el 2021.
2022–2023: malos cálculos en la demanda post Covid
Si bien se habían abierto las fronteras, los efectos post Covid seguían impactando a las organizaciones. Las empresas subestimaron la demanda tras la pandemia, y esto se tradujo en una escasez importante de contenedores, aumento de precio en redes logísticas y congestión de mercancías.
2023–2025: ataques en el Mar Rojo y sequía del Canal de Panamá
Un problema con las rutas estratégicas volvía a azotar las cadenas de suministro. El conflicto geopolítico y los impactos climáticos obligaron a replantear rutas, desviarse miles de kilómetros, y aumentar los tiempos de entrega y los costos.
Aunque la historia inmediata es el material más útil para anticiparse y generar soluciones, los problemas en las cadenas de suministro globales continúan. Actualmente, la guerra arancelaria de Estados Unidos, y la posición de actores fundamentales, como China y la Unión Europea, siguen azotando al abastecimiento. Las fallas y los eventos siguen ocurriendo, y la lección que el siglo XXI ha traído consigo —en su corta vida— ha sido la de anticiparse a los riesgos cibernéticos, evitar la dependencia total de rutas únicas, y enfrentar la demanda frente a desastres naturales.
Hoy en día, los líderes del Procurement tienen claro que las crisis, más que un escenario lejano, son una posibilidad. Y es bastante probable que la próxima ataque otros flancos y demande otros planes de acción, sin embargo, una máxima aplica para hacerle frente a todas: las cadenas de suministro necesitan adaptarse y prepararse para no interrumpir sus flujos, llegar a tiempo y seguir optimizando costos.